Por naturaleza las personas somos “seres de hábitos” y estos, junto con nuestras costumbres y algunos rituales que alimentamos a diario, van tejiendo la rutina de nuestra vida de forma tal, que nos pueden llevar a poner en piloto automático y, sin darnos cuenta, vivir en “modo avión”.
La expresión de “estamos en el mismo barco” ha logrado carta de naturalización en nuestro lenguaje cotidiano; aunque realmente no estamos en el mismo barco, sino en la misma tormenta; en barcos distintos, pero con un objetivo común: sortear la tempestad.
La congruencia, como todas las virtudes, se fortalece con el músculo de los hábitos, que a su vez se logran por la repetición frecuente y constante de actos aparentemente pequeños en el día a día, hasta que se incorporan sutilmente a nuestra forma de ser.
El componente objetivo es que la pandemia nos tiene atemorizados, angustiados e irascibles; amenaza con arrasar a su paso miles de vidas, empleos, empresas y con alterar la estabilidad social a la que nos habíamos acostumbrado en la hoy lejana “antigua normalidad”.
Winston Churchill: “Muchos miran al empresario como el lobo al que hay que abatir, otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar, y muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro”. Hoy ese carro se llama México y te necesita más que nunca.
Peter Drucker, a quien se reconoce como el fundador del management moderno y creador del concepto «administración por objetivos y autocontrol», nos legó muchas reflexiones. Entre ellas, una frase potente que se explica por sí misma: «La mejor forma de predecir el futuro, es creándolo».
El hombre que lidera uno de los mejores mercados del mundo hizo tambalear las bolsas y las divisas con un par de tweets durante sus negociaciones con México y Canadá. ¿Cómo negoció el T-MEC nuestro país?
Busyness y businesess, se parecen, se confunden; pero no son sinónimos. Por el contrario: su existencia es paradójica. Incluso podrían ser excluyentes entre sí: el busyness nunca es buen business.
El reto más difícil y a la vez el más fructífero de tu vida es encontrar tu misión, lo que te apasiona y mueve. Aquí algunas reflexiones para alcanzarlo.
Así como todos envejecemos, todos pasamos por la crisis de la mitad de la vida. Es algo de lo que no podemos escapar. Es tan natural como envejecer y morir. Lo que sí podemos es elegir cómo enfrentarla. Y aquí yace la verdadera cuestión.
Law firm participation on behalf of corporates in the discussions that led to the United States–Mexico–Canada Agreement is evidence of the unique perspective lawyers bring to the table in interactions between companies and governments
Todos envejecemos y todos morimos. Por lo tanto, todos aspiramos a transitar de la juventud a la madurez y luego a la vejez; a menos que encontremos antes el final del camino.